Como todos sabemos, el sistema financiero que conocemos excluye a demasiadas personas. Esta exclusión no solo se refleja en la facilidad para acceder a servicios bancarios o financieros, sino que también se relaciona con la dignidad.
Cuando las personas no pueden proteger su riqueza, o no entienden por qué su dinero se devalúa, no solo pierden poder adquisitivo, sino que también pierden el control sobre sus vidas.
Afortunadamente, la característica de democratización de las criptomonedas ofrece a las personas una vía de esperanza y redención. Es una forma de combatir la inflación.
Cuando el "dinero" no solo significa "dinero"
Las criptomonedas ofrecen a las personas una forma de recuperar la dignidad perdida a través de la educación financiera y la inclusión, algo que el sistema bancario actual a menudo no puede lograr. Aunque la volatilidad del precio de Bitcoin puede acaparar los titulares, su valor radica en algo más fundamental: el conocimiento.
Cuando las personas entran en contacto con las criptomonedas, comienzan a plantear algunas preguntas clave. ¿Por qué tiene valor el dinero? ¿Cómo funciona el sistema financiero? ¿Cuáles son las causas de la inflación?
El conocimiento es "la verdadera riqueza y fuente de honor de la humanidad". Sin embargo, debemos reconocer los desafíos que enfrenta la criptomoneda. Esta promesa de tecnología liberadora también puede convertirse en una herramienta de exclusión.
Para muchas personas, las criptomonedas se han convertido en un parque de diversiones especulativo, y las interfaces complejas y la jerga técnica han creado nuevas barreras para aquellos que carecen de habilidades técnicas. Los participantes de la industria a menudo priorizan las ganancias sobre la educación, lo que lleva a los nuevos usuarios y a los usuarios vulnerables a enfrentar riesgos que no comprenden completamente.
Aprender desde cero
El camino hacia un desarrollo más honesto de la blockchain radica en construir sistemas que prioricen la comprensión humana en lugar de la velocidad de las transacciones, que prioricen los intereses de la comunidad en lugar de los intereses individuales. La tecnología por sí sola no puede traer dignidad. Debe combinarse con un desarrollo responsable y una educación significativa.
La verdadera dignidad financiera proviene de la combinación efectiva del conocimiento y la agencia. Esto se hace evidente cuando una anciana en el campo de la India utiliza una billetera criptográfica en lugar de una aplicación de pago digital respaldada por un banco, ya que comprende el uso y el significado de la billetera criptográfica, en lugar de que alguien se lo diga. Esto se manifiesta cuando un joven empresario en Johannesburgo puede participar en la economía global de manera equitativa, sabiendo claramente lo que está haciendo y por qué lo está haciendo.
Particularmente llamativa es la forma en que este conocimiento se difunde en la comunidad. Un pequeño grupo de aprendizaje de usuarios de criptomonedas puede convertirse rápidamente en un centro de conocimiento local donde los usuarios experimentados asesoran a los recién llegados y comparten habilidades técnicas y conocimientos financieros transmitidos de generación en generación. Esta inclusión es común en todo el espacio blockchain.
Las iniciativas lideradas por la base y la comunidad suelen ser más efectivas que los programas de capacitación formales, ya que arraigan nuevas tecnologías en el entorno local y en la comprensión cultural. Cuando la educación es proporcionada por la comunidad a sus propios miembros, la transmisión del conocimiento es más digna y respetuosa.
Construir un sistema centrado en el ser humano
La especulación y el entusiasmo en la industria de las criptomonedas pueden ofuscar estos beneficios más profundos. Lo que necesitamos es una plataforma que pueda comunicarse en un lenguaje humanizado en lugar de en términos técnicos. Lo que necesitamos es un sistema que pueda ofrecer protección mientras empodera, así como una comunidad que brinde apoyo mientras se desarrolla. Esto significa que necesitamos repensar desde cero cómo diseñar plataformas de criptomonedas.
No deberíamos comenzar desde la capacidad técnica, sino desde la perspectiva de la humanidad. ¿Cómo entienden y utilizan el dinero las personas de diferentes comunidades? ¿Cuáles son sus miedos y deseos? ¿Qué factores culturales influyen en sus decisiones financieras?
Al incorporar estos conocimientos humanos en nuestras soluciones tecnológicas, podemos construir sistemas que realmente sirvan a todos, no solo a la tecnoélite o a los económicamente privilegiados. Si no podemos abordar las preocupaciones legítimas sobre la accesibilidad y la regulación, aquellos escépticos que tienen una visión negativa de las criptomonedas solo agregarán combustible al fuego.
La riqueza no es solo dinero; también incluye conocimiento, dignidad y conexiones. Las criptomonedas encarnan estos valores en su mejor estado. No es solo una tecnología, sino una herramienta de empoderamiento, educación y unidad.
La industria de las criptomonedas debe abogar por la autenticidad y la excelencia, asegurando que las criptomonedas sirvan a todos y no a una élite privilegiada. En el futuro, el dinero tendrá un significado más profundo.
El contenido es solo de referencia, no una solicitud u oferta. No se proporciona asesoramiento fiscal, legal ni de inversión. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más información sobre los riesgos.
La verdadera revolución de los Activos Cripto tiene que ver con la naturaleza humana y no con la tecnología.
Autor: Badi Sudhakaran Co-fundador de VALR, fuente: Cointelegraph, traducción: Shaw Jinse Caijing
Como todos sabemos, el sistema financiero que conocemos excluye a demasiadas personas. Esta exclusión no solo se refleja en la facilidad para acceder a servicios bancarios o financieros, sino que también se relaciona con la dignidad.
Cuando las personas no pueden proteger su riqueza, o no entienden por qué su dinero se devalúa, no solo pierden poder adquisitivo, sino que también pierden el control sobre sus vidas.
Afortunadamente, la característica de democratización de las criptomonedas ofrece a las personas una vía de esperanza y redención. Es una forma de combatir la inflación.
Cuando el "dinero" no solo significa "dinero"
Las criptomonedas ofrecen a las personas una forma de recuperar la dignidad perdida a través de la educación financiera y la inclusión, algo que el sistema bancario actual a menudo no puede lograr. Aunque la volatilidad del precio de Bitcoin puede acaparar los titulares, su valor radica en algo más fundamental: el conocimiento.
Cuando las personas entran en contacto con las criptomonedas, comienzan a plantear algunas preguntas clave. ¿Por qué tiene valor el dinero? ¿Cómo funciona el sistema financiero? ¿Cuáles son las causas de la inflación?
El conocimiento es "la verdadera riqueza y fuente de honor de la humanidad". Sin embargo, debemos reconocer los desafíos que enfrenta la criptomoneda. Esta promesa de tecnología liberadora también puede convertirse en una herramienta de exclusión.
Para muchas personas, las criptomonedas se han convertido en un parque de diversiones especulativo, y las interfaces complejas y la jerga técnica han creado nuevas barreras para aquellos que carecen de habilidades técnicas. Los participantes de la industria a menudo priorizan las ganancias sobre la educación, lo que lleva a los nuevos usuarios y a los usuarios vulnerables a enfrentar riesgos que no comprenden completamente.
Aprender desde cero
El camino hacia un desarrollo más honesto de la blockchain radica en construir sistemas que prioricen la comprensión humana en lugar de la velocidad de las transacciones, que prioricen los intereses de la comunidad en lugar de los intereses individuales. La tecnología por sí sola no puede traer dignidad. Debe combinarse con un desarrollo responsable y una educación significativa.
La verdadera dignidad financiera proviene de la combinación efectiva del conocimiento y la agencia. Esto se hace evidente cuando una anciana en el campo de la India utiliza una billetera criptográfica en lugar de una aplicación de pago digital respaldada por un banco, ya que comprende el uso y el significado de la billetera criptográfica, en lugar de que alguien se lo diga. Esto se manifiesta cuando un joven empresario en Johannesburgo puede participar en la economía global de manera equitativa, sabiendo claramente lo que está haciendo y por qué lo está haciendo.
Particularmente llamativa es la forma en que este conocimiento se difunde en la comunidad. Un pequeño grupo de aprendizaje de usuarios de criptomonedas puede convertirse rápidamente en un centro de conocimiento local donde los usuarios experimentados asesoran a los recién llegados y comparten habilidades técnicas y conocimientos financieros transmitidos de generación en generación. Esta inclusión es común en todo el espacio blockchain.
Las iniciativas lideradas por la base y la comunidad suelen ser más efectivas que los programas de capacitación formales, ya que arraigan nuevas tecnologías en el entorno local y en la comprensión cultural. Cuando la educación es proporcionada por la comunidad a sus propios miembros, la transmisión del conocimiento es más digna y respetuosa.
Construir un sistema centrado en el ser humano
La especulación y el entusiasmo en la industria de las criptomonedas pueden ofuscar estos beneficios más profundos. Lo que necesitamos es una plataforma que pueda comunicarse en un lenguaje humanizado en lugar de en términos técnicos. Lo que necesitamos es un sistema que pueda ofrecer protección mientras empodera, así como una comunidad que brinde apoyo mientras se desarrolla. Esto significa que necesitamos repensar desde cero cómo diseñar plataformas de criptomonedas.
No deberíamos comenzar desde la capacidad técnica, sino desde la perspectiva de la humanidad. ¿Cómo entienden y utilizan el dinero las personas de diferentes comunidades? ¿Cuáles son sus miedos y deseos? ¿Qué factores culturales influyen en sus decisiones financieras?
Al incorporar estos conocimientos humanos en nuestras soluciones tecnológicas, podemos construir sistemas que realmente sirvan a todos, no solo a la tecnoélite o a los económicamente privilegiados. Si no podemos abordar las preocupaciones legítimas sobre la accesibilidad y la regulación, aquellos escépticos que tienen una visión negativa de las criptomonedas solo agregarán combustible al fuego.
La riqueza no es solo dinero; también incluye conocimiento, dignidad y conexiones. Las criptomonedas encarnan estos valores en su mejor estado. No es solo una tecnología, sino una herramienta de empoderamiento, educación y unidad.
La industria de las criptomonedas debe abogar por la autenticidad y la excelencia, asegurando que las criptomonedas sirvan a todos y no a una élite privilegiada. En el futuro, el dinero tendrá un significado más profundo.