El banco central de Irán ha impuesto estrictas horas de operación a los intercambios de criptomonedas nacionales tras un devastador hackeo de $100 millones de Nobitex, la plataforma de criptomonedas más grande del país. Las nuevas regulaciones limitan las operaciones de intercambio a entre las 10 a.m. y las 8 p.m., representando una respuesta sin precedentes a lo que los expertos en seguridad describen como un ciberataque motivado políticamente en lugar de un delito financiero tradicional. Esto ocurre mientras el conflicto en escalada está haciendo bajar el precio de BTC.
El ataque fue llevado a cabo por Gonjeshke Darande, un grupo de hackers pro-Israel que infiltró los sistemas internos de Nobitex y drenó sus billeteras calientes de varias criptomonedas, incluyendo Bitcoin, Ethereum, Dogecoin, XRP y Solana. En un giro inusual, los hackers quemaron los fondos robados enviándolos a direcciones de billetera inaccesibles, eliminando permanentemente los activos de la circulación en lugar de beneficiarse del robo.
El análisis de Chainalysis revela que Nobitex actúa como un centro crítico en el ecosistema cripto de Irán, que está fuertemente sancionado, procesando más de $11 mil millones en entradas en comparación con solo $7.5 mil millones para los siguientes diez intercambios iraníes más grandes combinados. La plataforma permite a los usuarios iraníes acceder a los mercados cripto globales a pesar de las sanciones internacionales, lo que la convierte en un objetivo estratégico para ataques motivados políticamente durante las crecientes tensiones geopolíticas entre Irán e Israel.
El intercambio ha asegurado a los usuarios que su Fondo de Reserva cubrirá todos los activos perdidos y está moviendo los fondos restantes a almacenamiento en frío fuera de línea para mejorar la seguridad. Sin embargo, el acceso de los usuarios sigue suspendido mientras los equipos técnicos trabajan para restaurar la funcionalidad de la plataforma. Este incidente destaca la intersección del conflicto geopolítico y la infraestructura de criptomonedas, demostrando cómo los activos digitales se han convertido tanto en herramientas de soberanía financiera como en objetivos en disputas internacionales.
La estrategia de criptomonedas en evolución de Irán
El ataque a Nobitex y el posterior toque de queda representan un marcado contraste con las políticas de criptomonedas previamente declaradas por Irán. A principios de este año, el Ministro de Finanzas iraní, Abdolnaser Hemmati, anunció planes para regular las criptomonedas en lugar de imponer restricciones, afirmando que el gobierno quería "aprovechar los efectos positivos del mercado de criptomonedas" mientras eliminaba los impactos económicos negativos. Hemmati enfatizó que las monedas digitales podrían impulsar el empleo juvenil, ayudar a contrarrestar las sanciones de EE. UU. y alinear a Irán con la economía global.
Además, el Banco Central de Irán ha estado desarrollando su propia criptomoneda nacional llamada "Nat'l" o "crypto-rial", construida sobre una blockchain privada para pequeñas transacciones sin efectivo. Esta moneda digital centralizada, que no puede ser minada ni intercambiada como las criptomonedas tradicionales, se esperaba que entrara en pruebas piloto tras la aprobación del Consejo de Dinero y Crédito. La actual crisis de seguridad puede complicar estos esfuerzos de digitalización más amplios, ya que las autoridades equilibran la innovación con las preocupaciones de ciberseguridad en un entorno geopolítico cada vez más hostil.
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Toque de queda Cripto en Irán Hackeo de Nobitex | Noticias de Cryptowisser
El banco central de Irán ha impuesto estrictas horas de operación a los intercambios de criptomonedas nacionales tras un devastador hackeo de $100 millones de Nobitex, la plataforma de criptomonedas más grande del país. Las nuevas regulaciones limitan las operaciones de intercambio a entre las 10 a.m. y las 8 p.m., representando una respuesta sin precedentes a lo que los expertos en seguridad describen como un ciberataque motivado políticamente en lugar de un delito financiero tradicional. Esto ocurre mientras el conflicto en escalada está haciendo bajar el precio de BTC.
El ataque fue llevado a cabo por Gonjeshke Darande, un grupo de hackers pro-Israel que infiltró los sistemas internos de Nobitex y drenó sus billeteras calientes de varias criptomonedas, incluyendo Bitcoin, Ethereum, Dogecoin, XRP y Solana. En un giro inusual, los hackers quemaron los fondos robados enviándolos a direcciones de billetera inaccesibles, eliminando permanentemente los activos de la circulación en lugar de beneficiarse del robo.
El análisis de Chainalysis revela que Nobitex actúa como un centro crítico en el ecosistema cripto de Irán, que está fuertemente sancionado, procesando más de $11 mil millones en entradas en comparación con solo $7.5 mil millones para los siguientes diez intercambios iraníes más grandes combinados. La plataforma permite a los usuarios iraníes acceder a los mercados cripto globales a pesar de las sanciones internacionales, lo que la convierte en un objetivo estratégico para ataques motivados políticamente durante las crecientes tensiones geopolíticas entre Irán e Israel.
El intercambio ha asegurado a los usuarios que su Fondo de Reserva cubrirá todos los activos perdidos y está moviendo los fondos restantes a almacenamiento en frío fuera de línea para mejorar la seguridad. Sin embargo, el acceso de los usuarios sigue suspendido mientras los equipos técnicos trabajan para restaurar la funcionalidad de la plataforma. Este incidente destaca la intersección del conflicto geopolítico y la infraestructura de criptomonedas, demostrando cómo los activos digitales se han convertido tanto en herramientas de soberanía financiera como en objetivos en disputas internacionales.
La estrategia de criptomonedas en evolución de Irán
El ataque a Nobitex y el posterior toque de queda representan un marcado contraste con las políticas de criptomonedas previamente declaradas por Irán. A principios de este año, el Ministro de Finanzas iraní, Abdolnaser Hemmati, anunció planes para regular las criptomonedas en lugar de imponer restricciones, afirmando que el gobierno quería "aprovechar los efectos positivos del mercado de criptomonedas" mientras eliminaba los impactos económicos negativos. Hemmati enfatizó que las monedas digitales podrían impulsar el empleo juvenil, ayudar a contrarrestar las sanciones de EE. UU. y alinear a Irán con la economía global.
Además, el Banco Central de Irán ha estado desarrollando su propia criptomoneda nacional llamada "Nat'l" o "crypto-rial", construida sobre una blockchain privada para pequeñas transacciones sin efectivo. Esta moneda digital centralizada, que no puede ser minada ni intercambiada como las criptomonedas tradicionales, se esperaba que entrara en pruebas piloto tras la aprobación del Consejo de Dinero y Crédito. La actual crisis de seguridad puede complicar estos esfuerzos de digitalización más amplios, ya que las autoridades equilibran la innovación con las preocupaciones de ciberseguridad en un entorno geopolítico cada vez más hostil.