Los factores humanos en la toma de decisiones de inversión a menudo se pasan por alto, pero en realidad tienen un profundo impacto en nuestro comportamiento. Las personas tienen una aversión natural a las pérdidas, y el dolor causado por una pérdida de la misma cantidad supera con creces la alegría que provoca una ganancia equivalente. Esta tendencia psicológica puede llevar a los inversores a autoengañarse al enfrentar pérdidas flotantes, pensando que "no vender es no perder realmente"; mientras que al enfrentar ganancias flotantes, se apresuran a "Asegure sus beneficios" para garantizar las ganancias.
La raíz de este fenómeno radica en que el proceso de toma de decisiones de la mayoría de las personas está más impulsado por las emociones que por la razón. Al igual que sucede con el hecho de saber que la cola no es saludable, pero aún así la consumen, las personas a menudo eligen opciones que les brindan placer inmediato, en lugar de las que mejor se ajustan a sus intereses a largo plazo.
En el ámbito de la inversión, esta toma de decisiones impulsada por emociones se manifiesta de manera especialmente evidente:
1. Cuando se enfrentan a pérdidas en el balance, algunos inversores eligen ignorarlas, como si no verlas pudiera aliviar su carga psicológica. 2. Algunas personas continuarán acumulando posiciones, tratando de aliviar la presión psicológica al reducir el costo promedio. 3. Algunos inversores se obstinan en pensar que mientras no vendan, no están realmente perdiendo, y por lo tanto, se niegan a cortar pérdidas. 4. También hay quienes eligen cortar pérdidas directamente, aunque es doloroso, pero pueden deshacerse rápidamente de la angustia emocional. 5. En estado de ganancias, los inversores a menudo están demasiado ansiosos por asegurar sus beneficios, temiendo perder las ganancias que ya han obtenido.
Entender estas tendencias psicológicas es crucial para mejorar la calidad de las decisiones de inversión. Necesitamos darnos cuenta de que, aunque las emociones son una parte importante de la naturaleza humana, depender en exceso de las emociones en la toma de decisiones de inversión puede llevar a comportamientos irracionales.
Para superar estas tendencias, los inversores pueden intentar los siguientes métodos:
1. Establezca una estrategia de inversión clara y un plan de toma de beneficios y detención de pérdidas, y ejecútelo estrictamente. 2. Desarrolle la capacidad de análisis racional y no deje que las fluctuaciones del mercado a corto plazo afecten sus emociones. 3. Revisar y evaluar periódicamente las decisiones de inversión, aprendiendo de los errores. 4. Mantenga una cartera de inversiones diversificada para reducir el riesgo. 5. Controle adecuadamente la escala de inversión para evitar tomar decisiones irracionales debido a la presión excesiva.
Al comprender y gestionar adecuadamente estos factores humanos, los inversores pueden controlar mejor su comportamiento y aumentar la probabilidad de éxito en inversiones a largo plazo. Recuerde que el éxito en la inversión no solo requiere conocimientos profesionales, sino también un profundo entendimiento y gestión efectiva de la psicología personal.
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ContractCollector
· 08-11 09:40
Aunque esté perdiendo mucho, tengo que aguantar hasta el final.
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LoneValidator
· 08-11 09:35
Tumbado sin mirar el saldo de la cuenta, la vida es hermosa~
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DegenWhisperer
· 08-11 09:22
¿Todavía estás en reposición de márgen? ¿Estás perdiendo mucho?
Los factores humanos en la toma de decisiones de inversión a menudo se pasan por alto, pero en realidad tienen un profundo impacto en nuestro comportamiento. Las personas tienen una aversión natural a las pérdidas, y el dolor causado por una pérdida de la misma cantidad supera con creces la alegría que provoca una ganancia equivalente. Esta tendencia psicológica puede llevar a los inversores a autoengañarse al enfrentar pérdidas flotantes, pensando que "no vender es no perder realmente"; mientras que al enfrentar ganancias flotantes, se apresuran a "Asegure sus beneficios" para garantizar las ganancias.
La raíz de este fenómeno radica en que el proceso de toma de decisiones de la mayoría de las personas está más impulsado por las emociones que por la razón. Al igual que sucede con el hecho de saber que la cola no es saludable, pero aún así la consumen, las personas a menudo eligen opciones que les brindan placer inmediato, en lugar de las que mejor se ajustan a sus intereses a largo plazo.
En el ámbito de la inversión, esta toma de decisiones impulsada por emociones se manifiesta de manera especialmente evidente:
1. Cuando se enfrentan a pérdidas en el balance, algunos inversores eligen ignorarlas, como si no verlas pudiera aliviar su carga psicológica.
2. Algunas personas continuarán acumulando posiciones, tratando de aliviar la presión psicológica al reducir el costo promedio.
3. Algunos inversores se obstinan en pensar que mientras no vendan, no están realmente perdiendo, y por lo tanto, se niegan a cortar pérdidas.
4. También hay quienes eligen cortar pérdidas directamente, aunque es doloroso, pero pueden deshacerse rápidamente de la angustia emocional.
5. En estado de ganancias, los inversores a menudo están demasiado ansiosos por asegurar sus beneficios, temiendo perder las ganancias que ya han obtenido.
Entender estas tendencias psicológicas es crucial para mejorar la calidad de las decisiones de inversión. Necesitamos darnos cuenta de que, aunque las emociones son una parte importante de la naturaleza humana, depender en exceso de las emociones en la toma de decisiones de inversión puede llevar a comportamientos irracionales.
Para superar estas tendencias, los inversores pueden intentar los siguientes métodos:
1. Establezca una estrategia de inversión clara y un plan de toma de beneficios y detención de pérdidas, y ejecútelo estrictamente.
2. Desarrolle la capacidad de análisis racional y no deje que las fluctuaciones del mercado a corto plazo afecten sus emociones.
3. Revisar y evaluar periódicamente las decisiones de inversión, aprendiendo de los errores.
4. Mantenga una cartera de inversiones diversificada para reducir el riesgo.
5. Controle adecuadamente la escala de inversión para evitar tomar decisiones irracionales debido a la presión excesiva.
Al comprender y gestionar adecuadamente estos factores humanos, los inversores pueden controlar mejor su comportamiento y aumentar la probabilidad de éxito en inversiones a largo plazo. Recuerde que el éxito en la inversión no solo requiere conocimientos profesionales, sino también un profundo entendimiento y gestión efectiva de la psicología personal.