Muchas personas pasan toda su vida empobrecidas, ahorrando para comprar un coche, una casa. Sin embargo, siguen sintiendo que la vida es agotadora, porque han comprado cosas, pero no han comprado la capacidad de liberarse de esas cosas. La función última del dinero nunca ha sido comprar cosas, sino comprar tranquilidad, comprar espacio, comprar una vida sin definiciones. Los verdaderos disfrutadores de la vida no son necesariamente los que tienen más, sino los que eligen más. Llegará el día en que te detendrás y, como un espectador, repasarás tu propia historia, luego sonreirás y sacudirás la cabeza, la vida es solo un sueño pasajero.
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Muchas personas pasan toda su vida empobrecidas, ahorrando para comprar un coche, una casa. Sin embargo, siguen sintiendo que la vida es agotadora, porque han comprado cosas, pero no han comprado la capacidad de liberarse de esas cosas. La función última del dinero nunca ha sido comprar cosas, sino comprar tranquilidad, comprar espacio, comprar una vida sin definiciones. Los verdaderos disfrutadores de la vida no son necesariamente los que tienen más, sino los que eligen más. Llegará el día en que te detendrás y, como un espectador, repasarás tu propia historia, luego sonreirás y sacudirás la cabeza, la vida es solo un sueño pasajero.